Es para la curación del cuerpo y el alma y está especialmente indicado para aquellos que sufren enfermedades o se acercan al final de su vida.
No hay necesidad de esperar hasta que una persona esté al borde de la muerte para recibir el Sacramento. El efecto principal del Sacramento es una sanación espiritual por la cual una persona recibe el don del Espíritu Santo de la paz y el valor para hacer frente a las dificultades que acompañan a una enfermedad grave.
En la mayoría de las situaciones, la Unción se realizará con cita previa.